Náuseas en el embarazo: cómo combatirlas

Las náuseas son uno de los síntomas más típicos del embarazo, que padecen la mayoría de mujeres al levantarse por la mañana. Al ser fruto de los cambios hormonales típicos de la gestación, la verdad es que padecer náuseas es inevitable, pero existen algunos trucos a los que se puede recurrir para paliar las molestias que provocan.

Las náuseas son una de las reacciones más normales a las alteraciones hormonales que provoca el embarazo en el organismo femenino.

Se tratan, de hecho, a la reacción de la bajada de azúcar que sufren la mayoría de gestantes al levantarse por la mañana.

Los médicos calculan que al menos la mitad de las embarazadas sufren náuseas acompañadas de vómitos. Empiezan a partir del inicio del embarazo, y se mantienen, sobretodo, a lo largo del primer trimestre.


Tratar las náuseas de las mujeres embarazadas


El especialista encargado del seguimiento del proceso de gestación de una mujer embarazada puede recomendarle diversas opciones para el tratamiento de sus náuseas, aunque no es fácil decir a priori cual es la más adecuada para cada gestante. De hecho, cada mujer es un mundo, por lo que es importante que pruebe cual de ellos es el más adecuado para su situación.

Comprobar que alimentos se toleran mejor es básico para que una mujer embarazada pueda paliar sus síntomas. Comer poco, a menudo y alimentos ricos en proteínas puede ser una solución excelente. Además, es bueno tomar mucha agua.

En casos de náuseas especialmente importantes, un médico puede recetar a la embarazada ciertos medicamentos que eviten que los vómitos vayan a más, como la piridoxina, o vitamina B6. También puede prescribir un antiemético, que calme los síntomas de las náuseas.

Finalmente, es destacable también la aplicación de la acupresión para reducir las náuseas.


Trucos caseros para aliviar las náuseas del embarazo


Las mujeres embarazadas pueden optar por ciertos trucos que les ayuden a sobrellevar la incomodidad que representa padecer náuseas diarias. Por ejemplo, una buena opción es tomar pequeños tentempiés a lo largo del día, especialmente alimentos salados, como las patatas fritas. Así, se reduce el exceso de saliva, propio del embarazo.

Otra opción evidente es cuidar al máximo el proceso de digestión de la mujer embarazada, y una de las mejores maneras de conseguirlo es a través de la preparación de infusiones de manzanilla, jengibre y menta. De hecho, el jengibre es un excelente alimento para controlar las náuseas, por lo que es recomendable que se introduzca en la dieta de una futura madre.

Una alimentación sana evitará que la digestión sea demasiado pesada, e irrite el estómago. Por lo tanto, es una buena opción prevenir la aparición de náuseas rehuyendo las comidas muy grasas, picantes o ácidas, que únicamente conseguirán proporcionar más malestar a la mujer embarazada. De todos modos, hay que tener en cuenta que a algunas gestantes les sienta especialmente tomarse un zumo de naranja a la hora de desayunar, pese a la acidez característica de este cítrico.