La diabetes gestacional

Al hablar de diabetes gestacional hablamos de un tipo de diabetes que se da sólo en el embarazo, esto significa que la madre nunca antes ha padecido esta enfermedad y es durante los nueve meses cuando se manifiesta.

Sus características son las mismas que la diabetes digamos normal, el organismo tiene un problema con la insulina, la hormona responsable de convertir el azúcar de la sangre en la energía que el cuerpo necesita para funcionar, o bien no elabora la suficiente o no la gestiona como debería, esto provoca que los niveles de azúcar en sangre se mantengan altos, con los consiguientes riesgos.


Causas de la diabetes gestacional


El problema cuando una mujer está embarazada es que su organismo debe hacer un sobre esfuerzo y entre otras cosas necesita más insulina para mantener el azúcar de la sangre en su nivel correcto, si esa insulina no es suficiente se produce la denominada diabetes gestacional.

Este tipo de diabetes es relativamente común en las embarazas aunque es más fácil que la padezcan mujeres con sobrepeso o con antecedentes familiares de diabetes.

Dada su frecuencia los médicos la tienen muy presente y en el segundo trimestre de embarazo someten a las gestantes a una prueba para detectar los niveles de azúcar, que consiste en darles una bebida azucarada para medir después con un análisis de sangre como lo asimila el organismo.

Gracias a este control la diabetes gestacional no reviste gravedad, en el caso de dar positivo la embarazada debe seguir una dieta controlada por el médico y hacer ejercicio. Con estas dos medidas en la mayoría de los casos se consiguen tener los niveles de azúcar bajo control, aunque hay veces que se debe seguir un tratamiento médico, fundamentalmente a base de insulina.


Efectos de la diabetes gestacional en el bebé


El principal problema de la diabetes gestacional para el bebé va a ser que este desarrolle un tamaño superior a la media lo que puede complicar el parto. Hay casos incluso en los que se recomienda una cesárea para evitar complicaciones, como problemas en los hombros del bebé debido al esfuerzo del parto. Pero no solo eso, el aumento de azúcar en la sangre afecta al bebé que ve como crecen sus niveles, recibe más energía de la que necesita y transforma el sobrante en grasa. Es habitual además que los bebés al nacer sufran hipoglucemia, debido al exceso de insulina que han producido ahora tienen demasiada, y baja por tanto el nivel de azúcar produciendo problemas respiratorios, piel azulada, irritabilidad, vómitos e incluso convulsiones. Por otro lado si la madre no se cuida o no sigue el tratamiento prescrito acusará síntomas como visión borrosa, fatiga, sed, hambre, micción frecuente o pérdida de peso.

Hoy en día es raro llegar a estos extremos ya que como comentamos la posibilidad de una diabetes gestacional se controla desde el primer momento, de todas formas para evitar que aparezca la embarazada puede tomar medidas sencillas, como llevar una alimentación sana y mantenerse activa.

Una vez pasado el parto la diabetes gestacional desaparece, aun así las mujeres que la han padecido tienen más posibilidades de desarrollar en el futuro diabetes de tipo 2, por lo que será necesario mantener un control médico para comprobar su evolución.